VILA DO BISPO, Portugal — Siguiendo el aroma del humo de leña a lo largo de la Costa Vicentina, quizá encuentre Aldeia da Pedralva, un pueblo que hasta hace poco permanecía silencioso y abandonado. Es uno de los varios pueblos rurales de Portugal, incluyendo Vila do Bispo, donde hoteleros visionarios están reparando tejados, reemplazando cristales y, lo más importante, atrayendo a la gente de vuelta. Para los viajeros, estos "hoteles de pueblo" ofrecen la rara oportunidad de despertar en medio de calles adoquinadas que se han mantenido intactas durante siglos, pero equipadas con las comodidades modernas de una estancia boutique.
Ver artículo completo